
"La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser" (José Ortega y Gasset)
9 de Mayo de 2016
José Ortega y Gasset y su gran influencia en distintas generaciones de intelectuales
José Ortega y Gasset (Madrid, 9 de mayo de 1883-ibíd., 18 de octubre de 1955), fue un filósofo y ensayista español, exponente de la teoría del Perspectivismo y de la razón vital e histórica.
Fue considerado uno de los mejores exponentes de la “Generación del 14”, entre el Novecentismo y la vanguardia, a la que también pertenecen Pablo Ruiz Picasso o Juan Ramón Jiménez. Ortega y Gasset ejerció una gran influencia en los autores de la Generación del 27, con obras como “España invertebrada “ (1921), “La deshumanización del arte” (1925) cuyas ideas serían adoptadas posteriormente por esta generación.
Su obra se caracterizó por denotar un estilo elegante y cuidado; prueba de ello son obras como Meditaciones del Quijote (1914), El tema de nuestro tiempo (1923), ¿Qué es filosofía? (1928–1929, curso publicado póstumamente en 1957) o La rebelión de las masas (1929).
Ortega y Gasset, ocupó un lugar de privilegio en la historia del pensamiento español de las décadas centrales del siglo XX. Maestro de varias promociones de jóvenes intelectuales, no sólo fue un brillante divulgador de ideas sino que elaboró un discurso filosófico de notable originalidad.
Gran parte de su actividad se canalizó a través del periodismo; era colaborador de diversas publicaciones, fundó el diario El Sol (1917), la revista España (1915) y la Revista de Occidente (1923).
La clave del éxito y la difusión de sus libros, se sustenta en la clara prosa literaria y en su brillantez expositiva; a través de la cual logró ejercer gran influencia en diversas generaciones de intelectuales.
En sus artículos y ensayos trató temas muy variados y siempre incardinados en la actualidad de su época, tanto de filosofía y política como de arte y literatura. Su obra no constituye una doctrina sistematizada sino un programa abierto del que son buena muestra los ocho volúmenes de El espectador (1916-1935), donde vertió agudos comentarios sobre los asuntos más heterogéneos.
Su pensamiento puede enmarcarse en el Perspectivismo, según el cual las distintas concepciones del mundo dependen del punto de vista y las circunstancias de los individuos, y la razón vital, intento de superación de la razón pura y la razón práctica de idealistas y racionalistas. Para Ortega, la verdad surge de la yuxtaposición de visiones parciales, en la que es fundamental el constante diálogo entre el hombre y la vida que se manifiesta a su alrededor, especialmente en el universo de las artes.